domingo, 25 de julio de 2010

Azul


Si pudiera penetrar mi pecho y tocar lo que hay dentro, ¿cómo sería la textura de mis sentimientos? Me gustaría teñirlos del azul que tiene Marruecos, el que se mezclaba con tus ojos y encabeza cada noche mi sueño.
Hoy quiero sentir,... hoy no quiero pensar ni sonreir por cortesía, hoy sólo quiero sentir.
Siento,... siento que la vida puede volar en un momento y que un grito ahogado entre manos torpes puede quedarse sellado para siempre en el esófago. Siento que la oscuridad ya no es buena compañera y que me asustan las esquinas inciertas. El miedo no tiene forma ni nostalgias, no hace preguntas ni es discreto; el miedo se instala y te recorre poro a poro y pensamiento a pensamiento. Al miedo le es igual la lejía, los detergentes o los estropajos, al miedo lo frotas y aprieta con más fuerza. Si más frotas, más se aferra. Y ¿los hematomas?, los hematomas aunque desaparecen al cabo del tiempo, tienen memoria.
También Formentera es azul, ¿te acuerdas?
Sigo sintiendo y ahora siento que quiero que se acabe la función, que estoy harta de este papel cansino, que me bajo de este carro con la dirección estropeada, que cierro taquilla por traspaso y que los interesados pueden llamar al contacto que figura en la firma.
Y por sentir, siento cada poquito de aire estival que me recorre ahora. Y siento más, siento un lugar vacío en el ventrículo derecho y un poco de desgarro en el izquierdo. Siento la tibieza de la lágrima en mi mejilla y la superficie acuosa de mis ojos.
Siento también el tiempo perdido y la inapetencia y los sueños interrumpidos.
Siento las molestias causadas.
Siento cordialmente o simplemente,
Siento.

martes, 13 de julio de 2010

Nostalgias sui generis...


Necesito a alguien que me emparche un poco y que limpie mi cabeza, que cocine guisos de madre,postres de abuela y torres de caramelo.
Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando,
y que cuelgue mi mente de una soga,
hasta que se seque de problemas y que me lleve...
Y que esté en mi cama viernes y domingos para estar en mi alma todos los demás días de mi vida. Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui,
y que sepa servir el té, besarme después y echarse a reír.
Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa, si total me voy a desvestir
... para amar.