jueves, 26 de agosto de 2010

Deià


A esta hora los olivos son del color de la plata y el aire cálido me habla palabras de la tramontana. Un vaivén y una caricia, sacudidas y el silencio. Un efímero silbido ahogado... vuelvo siempre a este silencio anciano.
He mecido en tus olas dolores que tenían nombre y he desparramado mi amor furtivo camino a tu cala insomne. También he compartido estrellas, me he buscado y me he encontrado. En tu roca, que por las noches es tibia, he cometido adulterio y me embriago de ánima negra para sacudir mi alma cuando llega enferma.
A veces escucho el mar al ocaso y charlo con el silencio húmedo que te recorre.
A esta hora los olivos son del color de la noche y me susurran los grillos en su lenguaje monocorde.

domingo, 22 de agosto de 2010

Tu lupa


Intento escribirte y no puedo, parece que mis palabras siguen de luto.
Hoy he olido tu pipa y he mirado a través de tu lupa de oftalmólogo para ver cómo oteabas desde allí la vida. Veías tan grandes las pequeñas cosas que algo tan ínfimo como la retina para tí rozaba, simplemente, lo infinito.
El infinito donde navegas ahora.
No puedo escribirte una despedida señor de las palabras rebuscadas, de los habanos insolentes y de los tangos redentores. Mi viejito de cristal, de ojos verdes y coherentes.
No quiero llorar, señor del razocinio. Sólo sé que extrañaré tu voz raspada, probablemente, siempre. Ahora sólo sé que la Habana está triste y qusiera que me explicaras la ciencia para llenar este pedacito de ausencia con el que me quedo.
No quiero llorar, doctor. Sólo quiero que me muestres el lugar del cristalino que me falla, porque miro por tu lupa y por más que busco no te encuentro.

martes, 10 de agosto de 2010

Ni más ni menos


Si pudiera mantener intacto este momento mío, de mi, de yo...este momento tranquilo, sólo conmigo, de mi, de yo.
Me inundo de mi y me respiro. Me huelo al jazmín de mi patio y al jacarandá violeta de una calle austral. Me respiro y respiro ciento tresmil olores, huelo infinidad de caricias, olfateo un sinfín de soles.
La complejidad de este puzzle me ha traido hasta aquí y todavía no encuentro el sentido, sólo sé que el tiempo me dirá si valió la pena lo dolido. Pero el dolor, al final, se desvanece y detrás quedan olores y caricias y soles que atardecen y lunas que amanecen.
Sólo necesito ver cómo corretean mis sueños y no preciso despertadores, ni cremas humectantes, ni autobuses, ni ordenadores para darles marcha...sólo me necesito, desdibujada, enamorada o hambrienta; risueña, solitaria o con prisas. Ni más ni menos, sólo abrazarme y perpetuar este momento mío,.. de mi,... de yo.

martes, 3 de agosto de 2010

Marabunta


Según el diccionario, el término hormiga guerrera, hormiga legionaria o marabunta se aplica a más de 200 especies de hormigas de diferentes subfamilias y géneros, que se caracterizan por su agresivo comportamiento depredador, su carácter nómada y sus incursiones o «razias» en las que un enorme número de hormigas se adentran en un área, atacando a sus presas en masa.
La marabunta no deja nada a su paso. Creo que he sido víctima de un ataque de marabunta.