sábado, 2 de junio de 2012

Naufragio

Vamos a ir despacio...entrando por partes. Primero quiero recorrer las formas suaves de las dunas atlánticas y quizás, después, vengan las cimas andinas, ¿quién sabe? Pero, espera...vamos a ir despacio, así como el verano entra en esta primavera indecisa. Creo que nunca dejaré a las palabras de lado, aunque a ratos las abandono como quien quiere olvidar la memoria. Y ella persiste indómita, la tuya y la mía, porque por algo la memoria es historia. La tuya, la mía, la de nosotros,...la vida. Siento y de tanto sentir a veces me he cansado, pero esta noche ¡me alegro de exclamar que estoy viva! Esta noche de luna grande quisiera darle una tregua a la vida...quiero respirarla y perderme en su pecho, bucear sus abismos y colorear sus sueños. Esta noche agradezco a la hermandad y al cariño, le agradezco a las palabras, al junio trasnochado, le agradezco a las caricias y, sobre todo, le agradezco al naufragio. A mi propio naufragio.
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