viernes, 25 de noviembre de 2011

Manifiesto de una noche sin sueño


Me declaro en huelga esta noche, de la misma manera que mis sueños parecen estar también apoyando la protesta. La verdad es que aún la Asamblea no decide por cuánto tiempo sostendremos este derecho constitucional al pataleo pero, quizás, lleguemos a un acuerdo antes de la finalización del semestre fiscal o de la Declaración de la Renta. Serán informados en la brevedad posible de los términos de acuerdo, no sufran.
En cualquier caso, necesitaremos provisiones, agua y mantas para las noches de invierno. No se les vaya a olvidar, por favor señores, hacernos llegar cigarros para las tertulias, lecturas -desechemos las temáticas románticas, de momento- y unas cuantas cajas de kleenex, que lo mismo sirven para el catarro como para las lloreras.
Tampoco se ha votado aún el orden en que se debatirán los puntos principales de la huelga, pero la mayoría sostiene que debiera ser prioritario restablecer el ritmo cardíaco de las ilusiones y hacerle un boca a boca urgente a la añoranza. ¿Qué me dicen del desasosiego? Y, ¿del desengaño? También la nostalgia forma parte de las urgencias en la pauta asamblearia, pero ya se sabe que las emociones son poco sintéticas y hablan mucho, así que no llegaremos si quiera al punto 2.3. esta noche, o sea "Determinar remedios para dolores insolentes e insistentes en el alma".
Yo ya he propuesto organizar equipos por turnos para la limpieza y la cocina y, como siempre, la melancolía y los endemoniados suspiros se han escabullido de las tareas comunes. Parece que se están formando facciones más radicales dentro del movimiento revolucionario y, si empezamos así, será difícil llegar a acuerdos democráticos dentro de plazos sensatos de tiempo.
Como secretaria electa y designada, he decidido que mañana abriré el Consejo con la siguiente propuesta:
Determinación exhaustiva de jornadas de debate dedicadas a

1) Soledad e insomnio, ay yayay vaya putada!
2) Yoga o zapateo flamenco, dos verdades del alma
3) Estoy cansada de tanta huevada
4) Y, ahora quéséyo..., me rio porque me da la gana

Si alguno de los compañeros/as se encuentra en desacuerdo con cualquiera de los puntos y desvaríos declarados en esta Acta, por favor, notifíquelo a la Secretaría en un plazo máximo de 48 horas para acordar día y hora de audiencia con el Consejo Superior de mi Locura.

Muy atentamente,
Alejandra Vidal

Sevilla, 26 de Noviembre de 2011