He hundido los dedos en el centro de mi pecho y el abismo continúa más allá de las costillas. ¿Dónde se esconde la esencia? ¿Cuánto más debo hurgar para llegar hasta ella?
Me alejo del epicentro y vuelvo a soltar amarras, de la misma manera que retengo estas lágrimas a punto de suicidarse otra vez. Perdí la fórmula de la anestesia en algún bar o naufragó dentro de aquel bolso de colores que no vi más después de este verano.
Ya no me habla el viento…no descifro sus palabras porque hay demasiado ruido en mitad de la nada. Me azota incesante el levante y no retengo más que un murmullo inocuo, recuerdo de la vacuidad de tus caricias, souvenir de un amor melifluo de esta década extraña.
He hundido la cabeza en mi pecho…y no queda otra alternativa, es lo que lo dice el viento: debo soltar amarras.
Caños de Meca,
31 de diciembre de 2010.
Muy bonito Bubiluz, espero que navegues en paz, yo ya he vuelto al puerto tras largos dias contemplando las estrellas de san pedro y huyendo del trauco en chiloe. Cuando quieras hablamos.
ResponderEliminarMuchos besos desde la perfida albion
exelente tienes que escribir màs
ResponderEliminarhe vuelto a emocionarme con tus palabras te quiero preciosa Deia - Davall es Penyal
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