sábado, 2 de junio de 2012

Naufragio

Vamos a ir despacio...entrando por partes. Primero quiero recorrer las formas suaves de las dunas atlánticas y quizás, después, vengan las cimas andinas, ¿quién sabe? Pero, espera...vamos a ir despacio, así como el verano entra en esta primavera indecisa. Creo que nunca dejaré a las palabras de lado, aunque a ratos las abandono como quien quiere olvidar la memoria. Y ella persiste indómita, la tuya y la mía, porque por algo la memoria es historia. La tuya, la mía, la de nosotros,...la vida. Siento y de tanto sentir a veces me he cansado, pero esta noche ¡me alegro de exclamar que estoy viva! Esta noche de luna grande quisiera darle una tregua a la vida...quiero respirarla y perderme en su pecho, bucear sus abismos y colorear sus sueños. Esta noche agradezco a la hermandad y al cariño, le agradezco a las palabras, al junio trasnochado, le agradezco a las caricias y, sobre todo, le agradezco al naufragio. A mi propio naufragio.
.

sábado, 25 de febrero de 2012

Faro


Son más de la una de la madrugada y encontrar la linterna en la oscuridad de una noche como esta es como tantear el destino. Puede ser que encuentre un tacto rugoso que no me gusta y, entonces, volteo inmediatamente al costado izquierdo antes de hacer ruido, a ver si por casualidad aparece la suavidad que necesito en la yema de mis dedos tímidos. Porque yo no veo nada. Pero, la suavidad resulta, que no sé qué textura tiene, ni tampoco conozco exactamente sus palabras predilectas. Quizás, sí conozco el color de sus sueños, pero los sueños tienen miedos y los miedos llevan mucha vida a cuestas. Mis sueños solían ser de colores y me perdí tantas veces en los verdes y en los azules y también en los marrones de las retinas ajenas.
Los sueños, mis sueños, tenían formas infinitas, a veces eran redondas, otras agudas e incluso alguna vez geométricas. Pero ahora,...quiero inventar colores que no existen, formas imposibles que desafíen la gravedad y palabras que nunca haya mencionado nadie y que formen parte de un alfabeto ignoto ; porque estoy cansada de mis palabras.
Usé palabras tantas veces,... fui tantas veces palabras.
Y es que en realidad, busco ungüentos milenarios de esos que tienen que ver con el alma. Y a ratos desisto en la batalla porque este vacío me aterra, ¡tengo demasiada vida para paralizar la magia!
Entonces me mezco en las olas suaves del recuerdo y me doy cuenta que me he cansado de la marea transitada, porque ya no me sirve esta vieja y conocida marejada. El agua cuando no corre, se pudre porque se estanca.
Por fin quiero volar a otros sitios, quiero ver como amanece la luz de otro alba. Un faro es el lugar idóneo para ver como se despierta la mañana. Siempre amanece despacio,...¿te has fijado que los faros nunca se apagan?

viernes, 25 de noviembre de 2011

Manifiesto de una noche sin sueño


Me declaro en huelga esta noche, de la misma manera que mis sueños parecen estar también apoyando la protesta. La verdad es que aún la Asamblea no decide por cuánto tiempo sostendremos este derecho constitucional al pataleo pero, quizás, lleguemos a un acuerdo antes de la finalización del semestre fiscal o de la Declaración de la Renta. Serán informados en la brevedad posible de los términos de acuerdo, no sufran.
En cualquier caso, necesitaremos provisiones, agua y mantas para las noches de invierno. No se les vaya a olvidar, por favor señores, hacernos llegar cigarros para las tertulias, lecturas -desechemos las temáticas románticas, de momento- y unas cuantas cajas de kleenex, que lo mismo sirven para el catarro como para las lloreras.
Tampoco se ha votado aún el orden en que se debatirán los puntos principales de la huelga, pero la mayoría sostiene que debiera ser prioritario restablecer el ritmo cardíaco de las ilusiones y hacerle un boca a boca urgente a la añoranza. ¿Qué me dicen del desasosiego? Y, ¿del desengaño? También la nostalgia forma parte de las urgencias en la pauta asamblearia, pero ya se sabe que las emociones son poco sintéticas y hablan mucho, así que no llegaremos si quiera al punto 2.3. esta noche, o sea "Determinar remedios para dolores insolentes e insistentes en el alma".
Yo ya he propuesto organizar equipos por turnos para la limpieza y la cocina y, como siempre, la melancolía y los endemoniados suspiros se han escabullido de las tareas comunes. Parece que se están formando facciones más radicales dentro del movimiento revolucionario y, si empezamos así, será difícil llegar a acuerdos democráticos dentro de plazos sensatos de tiempo.
Como secretaria electa y designada, he decidido que mañana abriré el Consejo con la siguiente propuesta:
Determinación exhaustiva de jornadas de debate dedicadas a

1) Soledad e insomnio, ay yayay vaya putada!
2) Yoga o zapateo flamenco, dos verdades del alma
3) Estoy cansada de tanta huevada
4) Y, ahora quéséyo..., me rio porque me da la gana

Si alguno de los compañeros/as se encuentra en desacuerdo con cualquiera de los puntos y desvaríos declarados en esta Acta, por favor, notifíquelo a la Secretaría en un plazo máximo de 48 horas para acordar día y hora de audiencia con el Consejo Superior de mi Locura.

Muy atentamente,
Alejandra Vidal

Sevilla, 26 de Noviembre de 2011

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Puzzles


Despertar la nostalgia tan solo requiere de un olor compartido, de un color viejo o de un instante a oscuras. Cierro los ojos y me habla...comienza tímida así como cuando hablan los niños.
Y es que en mi pecho habita la nostalgia, hecha de pequeños fragmentos de un recuerdo desgastado y amarillento. Quisiera construirte con todos ellos, poco a poco, encajando cada pieza y tramando un puzzle interminable. O mejor, uno de aquellos a los que siempre les falta un trocito, un pequeño pedazo de cielo que se extravió debajo del sofá o parte del lomo del perro labrador junto a una chimenea inextinguible.
Hay arena y elefantes en mi puzzle descolorido. Hay algún mono, trenes y muchos desayunos. No hay nombres porque empiezo a coleccionarlos alfabéticamente y esta obsesión por la correlación me hace dudar de mi cordura. No hay despedidas tampoco y sólo he dejado algunos reecuentros porque para algo es mi recuerdo y borro y quito lo que quiero. Hay vacío, sudor y un ligero exceso de existencia, también tiene suaves tonos ahumados semejantes a aquella botella que sabía a Sur, a altiplano y a Pacífico.
Contiene el recuerdo este puzzle oceánico, azul y oscuro como tu sombra. Retiene el letargo de tantos sábados de otoño, tan ocres y castaños como mis ojos. Recoge la punzante memoria del invierno inhóspito que, a ratos, siento en el alma.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Soltar amarras





He hundido los dedos en el centro de mi pecho y el abismo continúa más allá de las costillas. ¿Dónde se esconde la esencia? ¿Cuánto más debo hurgar para llegar hasta ella?
Me alejo del epicentro y vuelvo a soltar amarras, de la misma manera que retengo estas lágrimas a punto de suicidarse otra vez. Perdí la fórmula de la anestesia en algún bar o naufragó dentro de aquel bolso de colores que no vi más después de este verano.
Ya no me habla el viento…no descifro sus palabras porque hay demasiado ruido en mitad de la nada. Me azota incesante el levante y no retengo más que un murmullo inocuo, recuerdo de la vacuidad de tus caricias, souvenir de un amor melifluo de esta década extraña.
He hundido la cabeza en mi pecho…y no queda otra alternativa, es lo que lo dice el viento: debo soltar amarras.

Caños de Meca,
31 de diciembre de 2010.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Puedo escribir los versos más tristes esta noche


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
¡La besé tantas veces bajo el cielo infinito!
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
¡Como no haber amado sus grandes ojos fijos!
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido,
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise!
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta, la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

sábado, 27 de noviembre de 2010

Como una sandía en verano


Podrá suceder que un día te levantes y mires tu piel y no la reconozcas. La sentirás rugosa y antipática, casi tanto como tener los pies fríos o evocar un nombre que ha perdido su forma.
Podrá suceder que, al mismo tiempo, te intentes tocar y no te encuentres,...será como jugar al escondite, pero al del nivel más alto: el escondite de tu memoria.
También podría pasar que mires tus manos y se muevan solas, es probable que no necesiten órdenes porque ahora tienen vida propia.
Quizás, y sólo si eso te pasa un día, querrás correr sin detenerte hasta que te frene la línea del mar, de un tren o de una montaña. Pero si llegas al mar saldrás nadando, te subirás al tren o escalarás la montaña.
Podrá suceder, entonces, que decidas no moverte y dejar que la vida te mueva. ¿Hacia dónde? No hagas preguntas,... sólo deja que la vida te llueva.
Podrá suceder que una voz te embriague y no sepas porqué ni cómo pero que te empape hasta el alma, como empapa el rocío a la noche a la hora que se despereza el alba.
Sucederá que el olor del jazmín no será el mismo, que tus dedos corretean y que tus sueños quieran darte la fórmula del color que los entraña. Y parecerá, para ese momento, que la vida se abre entera, como una sandía en verano...como una sonrisa blanca.