
Debo contarte tantas cosas en esta extraña mañana.
¡Debo gritarte mi amor inmenso!
¡Debo fundirte intacta en mi pecho!
Debo acallar este llanto,
secar estas lágrimas que en otros días,
secaron tus manos.
Debo aprender a extasiarme con las tonalidades rosas que trae la tarde,
con las redondas nubes que suspende el aire,
o con las buganvillas de tu jardín, ¿te acuerdas?
¿Te acuerdas, abuela, de los chalecos interminables que tejías?
Los mismos que calentaron mi cuerpo,
que cubrieron mi pena,
que arroparon mi angustia.
¿Te acuerdas de los crucigramas inconclusos que te perseguían?
¿Te acuerdas de Rubén Darío?
Y, de tus poesías ¿te acuerdas?
¿Te acuerdas de tu voz serena y tus caricias tibias?
¿Te acuerdas del "olor a tierra" después de la lluvia en Barnechea?
¿De tus historias incontables y tus maldades buenas?
Yo pasearé contigo cada tarde, recorreré de tu mano el jardín para aplaudir cada brote, para felicitar cada flor nueva y emocionarme a tu lado cuando el picaflor pase volando.
Subiré inquieta a contarte que los niños se han robado las castañas que han caído,
y te llevaré el olor a almendro junto con los primeros duraznos que bote el duraznero.
Y cuando la tarde se adormezca y la tibieza del estío flote en tu habitación de muñeca, me sentaré a tu lado a escuchar que cuentas de aquellos días de risas
en los que solías ser princesa.
Y cuando la noche oscurezca la soberana cordillera,
cuando canten los sapos del arroyo,
duerman tus zorzales y tu luna aparezca,
te cantaré:
"A la Rurrupata que parió la gata, cinco borriquitos y una garrapata..."
Iré a buscarte vestida de reina, volaremos juntas en una bandada de gaviotas,
saludaremos a cada estrella y le pondremos nombre a las rosas.
Construiremos inmensos castillos de arena, en la orilla de un mar galáctico,
del que te elegirían sirena sus habitantes acuáticos.
Te nombraré monarca de un país mágico en el que ya no exista la pena,
y donde se extinga el llanto.
Debo contarte tantas cosas en esta extraña mañana...
¡Debo decirte que te amo!
Debo gritarte que te extraño.
El Palmar, Conil de la Frontera.
Julio de 2001.